Los cosméticos naturales son productos de decoración y cuidado en los que predominan los componentes de origen vegetal y animal (por ejemplo, arcilla, extractos de plantas, aceites, productos apícolas, leche, etc.). También pueden estar presentes ingredientes de origen mineral y artificial (normalmente no más del 5%).
No hay que confundir cosmética natural con cosmética ecológica. Los productos ecológicos para el cuidado de la piel contienen un 99% de ingredientes naturales, y no encontrarás en ellos ningún componente de origen animal, pero al mismo tiempo, habrá un poco más de aditivos sintéticos que en los productos naturales.
Hay varios rasgos distintivos que le ayudarán a elegir sin equivocarse auténticos cosméticos naturales:
Olor. El aroma de cualquier producto natural no debe ser áspero ni persistente. Un rasgo característico de este cuidado es un olor ligero y discreto.
Color. La tonalidad de los cosméticos debe ser lo más clara posible, en tonos pastel (marfil, rosa pálido, beige). Las únicas excepciones son los productos que contienen pigmentos naturales o aceites naturales no refinados.
Ingredientes. Completamente libres de componentes agresivos y derivados del petróleo.
Condiciones de almacenamiento y caducidad. Por regla general, estos productos cosméticos deben conservarse en el frigorífico para preservar todas sus propiedades. Además, su vida útil no es muy larga (hasta 12 meses).
También hay que tener en cuenta que los cosméticos de origen natural pueden estratificarse debido a la falta de espesantes sintéticos, por lo que el fabricante suele pedir que se agiten bien antes de usarlos.
Bueno, por fin hemos llegado a la parte más interesante. Hablemos de todas las ventajas de los cosméticos de origen natural:
- los ingredientes naturales predominan en la composición;
- la piel percibe mejor los ingredientes naturales;
- efecto más suave sobre la epidermis;
- no crean adicción;
- los cosméticos son perfectos para toda la familia e incluso para los niños;
- ausencia de sustancias químicas que afecten negativamente al estado de la piel;
- los cosméticos naturales no se prueban en animales.
Al principio, puede parecer que los cosméticos no pueden tener desventajas, pero no es así. Incluso los productos de origen natural tienen una serie de peculiaridades:
- es posible sufrir una reacción alérgica a los componentes de origen vegetal y animal, sobre todo si se es propenso a ellas;
- el resultado del uso de productos naturales no será tan rápido y evidente como el de los cosméticos convencionales;
- una alta concentración de aceites esenciales también puede causar alergias y obstruir los poros, así que elige las fórmulas con cuidado en función de tu tipo de piel;
- el coste de los productos cosméticos de alta calidad puede ser elevado.
Seamos sinceros, todos los puntos anteriores no pueden considerarse desventajas graves, pero conviene tenerlos en cuenta.